En este articulo no vamos a tocar cuestiones ideológicas sobre veganismos o carnívorismo, sino mas bien hablar de sus diferencias a la hora de su consumo (aspecto, sabor, aportes al organismo, etc.).
¿Cuáles son las diferencias entre el búlgaro de leche y el tibico de agua?
Una de las principales diferencias, radica en el medio en el cual vamos a fermentar nuestros nódulos. Los búlgaros, se sumergen en leche y los tibicos en agua con agregado de azúcar. Cabe destacar, que los nódulos búlgaros y tibicos no son los mismos, empezando por el hecho de que estos últimos, están acostumbrados a alimentarse de azúcar blanca, por lo tanto, no podrán descomponer bien un medio que contiene lactosa como es la leche, se tardara mucho en fermentar. Lo mismo sucede con los búlgaros de leche en un medio de agua azucarada.
En cuanto al aspecto de los nódulos, los búlgaros son blancos (ligeramente amarillentos) y con una apariencia algo similar a una flor de coliflor y los tibicos son algo mas pequeños y se adaptan a el color de la bebida del medio en el que se encuentran (en este caso agua), ya que por naturaleza son transparentes.
La leche kefirada, tiene un aspecto muy parecido al de un yogur liquido, con la diferencia que esta produce una doble fermentación, acido- láctica y alcohólica, por lo que su sabor es mas acido que el del yogur. En cuanto al Kéfir de agua, su aspecto es mas parecido al de una gaseosa o una soda. Éste también lo puedes aromatizar con frutas cortadas o frutas deshidratadas dándole así un sabor mas parecido al champagne.
En cuanto a sus propiedades, El kéfir de leche tiene a favor el hecho de que aporta cierto contenido de proteínas, vitaminas y grasas propias de la leche, como también calcio y fosforo, nutrientes que no las encontramos en el kéfir de agua. A pesar de ello, esta última es una bebida fermentada muy baja en calorías y azucares. También, es importante saber que el kéfir de leche debido a su valor nutricional, es mas parecido a un alimento que a una bebida en si, por lo que no es recomendable tomar raciones muy grandes, ya que tardaríamos en digerir sus nutrientes y perdería su poder probiótico. En cambio, este no es un problema para el kéfir de agua, puedes beber cantidades mas grandes sin problema ya que la absorción del kéfir de agua es mucho mas rápida.
Aunque gracias a la acción digestiva microbiana el kéfir de leche tiene mucha menos fuerza que la propia leche, cuando existen condiciones de autoinmunidad estas proteínas de la leche pueden ser un riesgo y estimular a esta enfermedad por lo que en este caso recomendaría tomar kéfir de agua ya que al estar libre de lacteos no cuenta con estas proteínas por lo que es mas neutro para nuestro sistema digestivo.
Una última ventaja a favor del kéfir de agua, es que podemos reemplazar el azúcar por stevia y así podrá ser apto para diabéticos. Si bien el azúcar es metabolizada durante la fermentación y se descompone en glucosa y fructuosa por acción de los nódulos, lo cual hace que la reducción de azúcar sea de un 80% aprox y el 20% restante es fructuosa de fácil metabolización para el cuerpo, no esta del todo claro si un diabético lo puede consumir sin ningún tipo de problema y lo mismo pasa con el kéfir de leche, por eso reemplazar el azúcar por Stevia también es una buena opción